Muttac Sirolap

Anoche soñé una mujer...

A Areadna Ajiem…

Soñé una mujer hermosa,
de mirada penetrante,
de mano cariñosa;
el amor en su semblante
trae la tormenta sobre la ciudad
llenando de lujuria la intimidad…

Mujer sarcástica
que en sueños me besas,
mujer fantástica
con tu cuerpo entero me apresas,
deseando entrar de nuevo a mi sueño
y llegar suspirando a su encuentro...

No sé quién eres,
aún así se que existes.
Con esa energía sietecolores
en mi sueño me asistes.
Cuando la mañana erra
por ley de la materia
en tu mundo me encierra
el anhelo de tu presencia…

Pero creo conocerte...

Tu rostro de poetisa
y sonrisa indecisa ,
esa piel precisa
como hija de Artemisa
son en las noches
la miel de mi derroche…

¿Serás tú acaso esa mujer?
Sería preciso besarte
para poderte proteger
y así siempre amarte,
a pesar de la premisa:
“Las fantasías de los muertos acaban deprisa”.

Aire sexual...

"Aire sexual que llena el pecho, inflamando el corazón, cargándolo de pasión. Perdiendo la noción de la realidad entre orgasmos, dejando el tiempo pasar en la oscuridad de una lasciva inmoralidad."

Muttac Sirolap

El canto de Alíner 

 Las miradas llevan a los recién conocidos al estado de la catarsis de los sentidos, donde sus mentes sin dominios se entrelazan en caricias sin sentido, fundiéndose por un breve momento en un ser sin sexo o tormento.

-Oh! Viajero y extranjero, dime tu nombre en este preciso momento. Cuanto antes elude a mis guardias y quédate a mi lado, antes de que todo se haya olvidado; tu idílico rostro o tus labios rojos. Con una mirada me has enamorado, con una sonrisa me has cautivado. No importa que canto castigo podamos reprimir, si al final tu y yo nos podamos asumir-.

-Reina con rostro inmortal, no soy dueño de mi corazón mortal. Mi camino tiene un destino final el cual no deseo olvidar. Una mujer deseo encontrar, así la vida entera me lleve hallar, con furor y soberbia renuncie a todo cariño similar-.

-¿Quien puede ser tan afortunada para tenerte entre sus sabanas y no estar a tu lado en este preciso estado? Acaso ella no conoce el valor de un amor osado, tan puro como el que tú has dedicado, o ¿Es que ha sido previamente capturada o por unos piratas raptada?-.

-No amable reina de mirada azulina. No ha sido raptada o capturada, solo ha huido de mi almohada. Deseo encontrarla y abrazarla una única vez sin más falta. No necesito besarla o en mi cama adorarla, unos minutos a su lado es lo único que por mi alma he dado-.

-Extranjero, dime tu nombre en este preciso momento. Para grabarte en mí recuerdo-.

-Me has de llamar Muttac si así lo deseas, un simple viajero sin alma que portar . Sin amigos o compadres, conocidos o familiares. Solitario como una golondrina, enfermo por el amor toxina y protegido por la divina voluntad de quien en mí camino ha colocado a su majestad. Más me espero me sea posible preguntar sobre lo hermoso de su cantar. Aquella tonada que hace poco hubo de tocar y a mis oídos logro llegar. Es su tenue voz el brillo de los grillos en el mar de mis ojos. ¿Podría volver a cantar esa lírica que tanto deseo en este momento de mi vida?-.

-Para mí sería un placer recitarte mi humilde menester-.

De pronto Alíner desciende de su caballo y se detiene sobre un pie, como meditando se le ve, solo respirando. Tenues movimientos lo que su cuerpo emite sosegado. Inhala, una última bocanada de aire inhala. Su boca se abre lentamente, dando paso a su canto dulcemente. Una tonada en fa sujetada, sin la escala desentonar hasta la canción terminar.