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miércoles, 26 de septiembre de 2012

Historias Insanas

SILENCIO


Asesino!...
Asesino!...
Asesino!...
Asesino!...
Asesino!...

La muchedumbre abuchea a la masculina figura en la tarima, su cuerpo desnudo muestra los rasguños y grietas de sus desiciones, mientras las cuerdas amarran sus manos y el velo cubre su rostro; su alma llora las perdidas de las cuales es culpable y conspirador.

Cuelgenlo!...
Cuelgenlo!...
Cuelgenlo!...
Cuelgenlo!...
Cuelgenlo!...

Prosigue el concierto de enarmonicas congeturas.

El verdugo se aproxima; sube glamorosa y hostentosa la muerte. Su belleza detiene el bullicio, acalla los murmullos y llena el silencio de suspiros.

Desata con gracia y sutileza embelesante las ataduras que detienen las manos. Ya libres, las manos dejan caer al suelo mojado por previas lluvias el asfixiante velo revelando mi rostro. Soy yo quien abuchean con tanto ainco, con tanto odio.

Ella se aserca gentil, La parca. Me abraza con fuerza; tanta que me ahoga, no me dejara ir nuevamente, esta vez no hay contrato. Sus labios de mujer besas mi frente, nunca me olvidara, nunca dejare de ser algo mas que un recuerdo. Tiernamente posa mi cuerpo de rodillas; postrado frente a la horca. Seduciendome coloca la soga en mi mordido cuello; marcas de placeres paganos, la aprieta con fuerza -Sabe que me agrada-.

Silencio. Solo silencio...

Me mira fijamente, intentando grabar el preciso instante de mi muerte, aquel donde mas belleza se dislumbra al borde del fallecimiento. Observa mi cuerpo consumido en la desnudes, aún con el color de la vida, precisando los tintes que han de ir en el recuerdo. Sube lentamente mientras se dirije sigilosa hacia el asta de la horca, posando la vista en mi rostro vivo, escribiendo en su cien la descripcion perfecta; sin errores, de mi cara. Ahí, en ese instante la extrañesa se dibuja en su mirar, no ve dolor ni ve pena... No ve tristeza o arrepentimiento. Gozo, Si!, el gozo y el anhelo es lo que ve.

Con ella quiero ir a dormir.

Sentencia, se dicta como un acta que se firma con sangre. Delincuente de corazones, ladron de anciedades, desertor de amores y aseisno de emociones...

Luego silencio. El susurro del asta previo al grito de la compuerta. Un crujir. El tenue sonido del viento meciendo un cuerpo. Silencio. Se ha ido...





En silencio una mujer...
En silencio me acosté me quite mis tangas, abrí mis piernas. Empecé a sentirme, mis dedos acariciando lentamente aquella humedad. Sentía como mi vagina palpitaba y ebullia mientras te deseaba, y suspiraba por tenerte dentro de mí. Fui moviéndome lentamente, mi respiración cambiaba mientras mis dedos simulaban tu virilidad penetrándome fuertemente hasta llegar a un clímax agónico…

Mi respiración se agita como una tormenta; torrenciales deseos se irguieron en mis senos, elevando los gemidos hasta el punto de desear morder. Tus labios, tu sexo, tu compañía, eran los gemidos que sobrecogían mi garganta. La mente se contamino con la perfecta lujuria; recorriendo cada parte de mi cuerpo como si fuera una enfermedad terminal. Se dio paso al propio instinto, semejante a la necesidad de respirar.

Los deseos se apoderaron de cada una de las fibras de mi cerebro, creando ilusiones sacrílegas del imaginario encuentro que evocaste sin percatarte...




Fausto

Una imagen surge entre las luces del chorro de Quevedo, una fuente que ya no tiene agua limpia y varias figuras rondan por el lugar, artesanos vendiendo sus productos, viajeros de otros países que visitan la capital para descubrir lo hermosa y peligrosas que esta puede llegar a ser. Ciudadanos deambulas nocturnamente, las luces de los faros alumbran el lugar y los bares se ves abarrotados de gente bebiendo tragos que saben que les provocaran acciones de las cuales no se arrepentirán en su interior.

Una figura masculina cogía de la mano con otra figura un poco mas grande caminan al parecer hacia su hogar para descansar del ajetreo diario.

-papa, porque la gente se sienta cerca de esa estatua en esa banca?- dice una de las figuras con vos aguda.

-hijo, pues es la estatua de "el guardián"- dice la figura mas grande a la mas chica, arrodillándose cerca de esta y señalando el lugar prosiguió -Hay esta sentado el, quien espera aun a su amada.

Se ve una banca cerca de la fuente, allí, una estatua de un hombre sentado con un cigarrillo en la mano, mirando un reloj de bolsillo. La gente pasa y pareciera que la estatua cobrara vida propia y se denotara el movimiento de sus pupilas al ver la hora; hasta ahora no se sabe que hora era ni cuanto espero el, pareciera que el cigarrillo siguiera consumiéndose a causa del viento y que los ojos de la estatua mostraran sus pensamientos si se les miraba fijamente.

-¿pero porque esta eso allí?- pregunto la figura mas pequeña mientras se acercaba lentamente a la estatua.

-Esta esperando- contesto la otra figura -si quieres te cuento su historia- prosiguió mirando el infantil rostro de la figura cogida de su mano.

-Claro!!!, cuéntamela- contesto la figurilla saltando y riendo de la emoción por escuchar la historia.

Se sentaron en la banca, al lado de la estatua, mientras la gente seguía pasando sin percatarse de la situación que se estaba desarrollando en aquel instante.
-hace muchos años, un joven músico descubrió que la felicidad no estaba simplemente en una canción o en un poema, sino que esta se podía encontrar en formas mas exquisitas como el cuerpo de una mujer, como su aroma, como su espíritu y su alma.

La conoció de una forma muy particular, en una exposición de obras de arte cerca de aquí, la conoció, de pronto todo surgió como si fuera la explosión de una estrella a millones de años de aquí, salieron y comenzaron una vida juntos. Pero como era de esperarse no todo en la vida es tan fácil. Los problemas empezaron, peleas, discusiones, platos rotos y tiradas de teléfono. No era una situación que a muchos les guste. Bueno, todo termino una noche, en la que el joven por orgullo partió de la vida de ella, y empezaran a vivir separados.

Ella encontró a otra persona, mientras el compartía su cuerpo con diferentes mujeres, amanecer solo mientras un vacío empezaba a crecer en su corazón deambulante. Pasaron algunos años mas, y él se rencontró con ella. La seguía viendo tan hermosa como antes, sino es que aun mas bella, el por otra parte había logrado ser exitoso, famoso, un gran artista; músico y escritor, pero no parecía estar reflejado en su rostro lo que se denominaba como felicidad, si había alcanzado sus mas grandes sueños, pero a través de los años estaba buscando algo mas, que nunca encontró.

-¿es algo así como tu y mama, verdad?- pregunto interrumpiendo la figurilla sentada en las piernas de la figura mas grande.

-Si hijo mio, algo como mama y yo- contesto, y prosiguió narrando la historia- Ella lo miro y sonrió, el la miro y se abalanzo a ella para darle un abrazo, pareciera que hace mucho tiempo el joven no había probado del fruto de la alegría y estaba un poco sediento de esta. La miro y con los ojos llorosos le dijo:

-Amada mía, hoy e descubierto lo que a mi vida le faltaba, tengo todo lo que siempre quise en mis manos, pero no tengo lo que siempre quise en mi corazón. Te amo, y quiero que volvamos, yo guardare tu alma en castillos de plata, y buscare tu cuerpo entre los bosques de los sueños, te amo, y no quiero volverte a perder.

Ella simplemente lo miro, sonrió, y le dio un beso en la frente. Empezaron a verse un poco mas seguido, una, dos o tres veces por semana, salían a comer, al cine, hacían cosas que al parecer hace mucho no se atrevían a hacer con el otro por miedo al rechazo o a algo peor... el olvido.

Pasaron 6 meses, y el joven con una leve sonrisa le dijo a ella: -Veámonos, mañana aquí mismo, al lado de esta fuente, bajo el manto de las estrellas y mientras aun brilla la luna, yo te esperare aquí, hasta que llegues-


Paso el resto del día, y llego la noche del día siguiente, el joven iba dirigiéndose hacia este mismo lugar, se sentó en esta misma banca, y espero. La gente pasaba así como pasa ahora, porque la vida de uno no importa en la de los demás, pero para el, la vida de su amada importaba mas que la de los demás; el podía destruir el mundo si ella se lo pidiese, o podía crear el jardín mas bello y mas raro, solo por verla reír. Así espero el, nadie sabe cuanto espero, ni porque ella nunca apareció, pero el espero, y algo sucedió, cada año, el martes de la primera semana del mes de Abril, el venia aquí, no importaba que tuviera que hacer el venia, y se sentaba en esta misma banca, a seguir esperándola....


 


Emily

El clima nunca cambia en la ciudad, siempre es el mismo. El cielo y sus nueves, negras como el mismo averno, se agrupan sobre las calles de la ciudad, dispuestas a hacer estallar su furia sobre sus habitantes, lloran incesantes lagrimas, caudales de gotas que bañan los cuerpos de quienes navegan el pavimento hacia sus nostálgicos trabajos, mórbidos hogares, intranquilos colegios o simplemente esperan a que cesen las lluvias, y así poder caminar tranquilos entre la flanqueada calle. Edificios de diferentes tamaños se yerguen alrededor de los ciudadanos, todos restos y vestigios de lo que en un tiempo se soñó como una metrópolis. Una ciudad que ahora solo conserva de sí misma la falta de memoria y los mendigos que recuerdan a sus congéneres que nada mejorará, todo seguirá igual.

El clima, sus nubes, el cielo, sus habitantes fríos y hostiles, contrastan a la perfección con los colores de sus edificaciones. Un cuadro compuesto por algún creador, o destructor en sus ratos de ocio. Una obra de arte que no podría más que relacionarse con el expresionismo, o quizás con el oscurantismo.

Hoy en día, es más difícil encontrar a un religioso que a un pagano. Mas, no importa que tan devastado este el mundo, la oscuridad nunca abarca todo lo que toca y no alcanza lo más profundo del ser humano. Sin importar que tanto se desee, siempre hay algo de esperanza, camuflada, escondida, pero nunca aniquilada.

Incluso entre tanta ausencia de cariño y euforias, como sucede con esta ciudad, que ubicada entre cordilleras, escondida entre paisajes, posee amalgamas, colores, relieves, fauna y flora diversa, contaminada por la injuria, gula, avaricia, ira, orgullo,  y lujuria del hombre. Todo cuanto pudiera ser violentado, lo está. Dentro de todo lo que pudiera estar ultrajado existe la esperanza, la fe en que así el final fuera trágico, mortal, aún puede mejorar y ser algo idílico, soñado.

Así viven y sobreviven los habitantes, entre prostitución, drogas, violencia y engaños. Combinan naturalezas instintivas y egoístas con sueños ideales y alegóricos. El bien y el mal conviven en un caos insano que lleva a la locura la mente de todo aquel que pisa el asfalto.

Entre los diferentes habitantes hay quienes sobresalen en los diferentes contextos que pueblan las callejuelas y centros culturales. Tantos que no se pueden contar o conocer por completo. Seres que se salen de los cabales de la normalidad, en los que el caos es más evidente. Conviven y combaten contra sus demonios y demencias, llegando a un extremo u otro, locura o cordura, vida o muerte. Sus debilidades son cualidades y a la vez mortales enemigos.

Uno de estos seres es Emily, una joven de 23 años a la cual sus demonios perturban gravemente. Enemiga de muchas banalidades y sin embargo una banalidad en sí misma la domina, la curiosidad. Científica erudita, poetiza y musa, artista desde lo más profundo de su convicción y mujer de ciencia desde lo mas recóndito de su voluntad. Con sus ojos amarillos como el trigo, piel blanca como el mármol, rostro armonioso como una sinfonía. Pareciera construida por los mismo dioses griegos, quienes al entender que su creación sobrepasaba todo lo natural deciden hacer de su destino el de un héroe sin darle la oportunidad de ser uno. Una tragedia griega.

La soledad y la inconstancia social la convirtieron en un ser tranquilo. Su curiosidad la llevaron por caminos que nunca pensó recorrer, y que a nadie en su entero juicio debería conocer. El amor llego a ella en un sinfín de formas y personas, todas rechazadas por su misma insistencia y cariño a la soledad que tanto le domaba. Su ser se acercaba lentamente en un abismo del cual le sería imposible escapar. Nunca tendría la oportunidad de arrepentirse de ello.

Aunque su crianza fue común, la sociedad de los desafiantes, personas fuera de lo común, libertinos, liberales, socialistas, lujuriosos, artistas, locos. Todo cuanto la rodeo la llevo a terminar siendo de uno de los tantos grupos que no cumplen a cabalidad la moral de la sociedad. Renegó de la religión común, volviéndose carente de un Dios explicable por dogmas ya establecidos. Llenando su juventud con el único amor que sintió alguna vez por un ser humano, amor que se quebró como un espejo, dejando en ella marca imborrable. Destino su ser a la cotidianidad, días iguales, sin sobresaltos, paz y tranquilidad en un mundo devastado por las calamidades y una ciudad absorbida por los prejuicios y mortalidades de la política. Dedico su juventud a la lectura, lo que la llevo a tener dominio de un sin número de actividades, arte y ciencia. Así como al trabajo, lo que hacía que su tiempo se limitara a horas destinadas a descansar el cuerpo, comer y esporádicamente a la vida social, a la que muchos dedicaban más del tiempo necesario.

Sus extensos conocimientos sobre diferentes temas la convertían en una excelente compañía, ya que el tema de conversación no escaseaba, algo poco común entre las personas de esa época. Los temas oscilaban entre filosofía, ciencia, cultura general y algunas banalidades, con ella, se entrelazaban formando un tejido casi interminable de charlas, las cuales con amigos o conocidos siempre debían acabarse a causa de las horas que habían pasado y que daban el momento justo para que Emily volviera a su vida rutinaria, a su mundo personal.

La poca importancia que les deparaba a las personas que convivían con ella, por lo menos lo que ellas percibían por parte de Emily, era nulo. Pareciera no importarle lo que pasaba con los demás, ya que no frecuentaba llamar, y desaparecía por largas temporadas sin dar indicios de vida a ninguna persona. Muchos se acostumbraron a ello, pero otros, llegaron a sentir una rabia casi incontrolable por esta actitud. En poco tiempo, Emily, empezó a perder gente que la quería realmente y la apreciaba aun con sus defectos, un caso en especial fue un hombre que la amo, en poco tiempo la belleza y la oscuridad interna que ella poseía dentro de si llevaron a un joven a que intentara romper el paradigma que regia su vida y se enamoro de ella. Pero nada cambio y el joven, que tenía como nombre Criss, llego a sentir tal actitud por parte de Emily que callo en la locura, un año después terminó en el asfalto de una de las calles de la icónica ciudad, con la cabeza quebrada en cuatro partes, la sangre que antes recorría su cuerpo ahora yacía esparcida por todo el lugar, empapando carros y ventanas, ese inerte se encontró a las cinco de la mañana, justamente cuando todas las almas salen a cumplir su horario matutino. Una carta entre sus ropas, mostraba la razón por la cual atento efectivamente contra vida, un frasco de medicamentos junto con una prescripción firmada por un reconocido psiquiatra de la zona, calmantes, y un celular quebrado, aun encendido y funcional, mostrando en su pantalla un mensaje de texto recibido hace solo 4 horas antes, el cual aun estaba abierto y legible:

“Te cuento que la semana pasada fui a visitar a mi hermana y me invito a viajar así que estoy aquí con ella. Por otro lado le deje el celular a mi papa y me acabo de llamar que tengo casi 90 llamadas perdidas y mensajes de voz y texto. No creo que sea lo mejor ni tampoco que tuviera que pedirte permiso para viajar. Tenemos que hablar cuando vuelva, te buscare. Cuídate.”

El oficial que lo inspecciono no lograba entender el porqué del suicidio, aquel mensaje lo tenía desconcertado. Por lo que se vio en la obligación de abrir la carta encontraba, bañada en sangre y materia gris, esta decía:

“No logro comprender porque soy tan poco importante para ella, le demostré amor como nunca antes lo había hecho. Si la busque era porque deseaba verla por sobre muchas cosas. Sus constantes faltas, solo demuestran que el amor que ella me profetizaba era un juego superficial que solo puede resumirse en un capricho momentáneo. No puedo vivir con esto, lo intente, no pude, no lograre superar esta sensación de frustración. Este odio que siento por ella y esta tristeza solo puede aplacarse de una forma y esa es terminar de raíz el problema, si es mi mente la que me atormenta, si es su recuerdo el que me tortura, acabare con mi mente, mi cabeza a de ser cegada para no recordarla más…”

La carta, el suceso, el joven Criss y el mensaje fueron a dar a los periódicos más amarillistas de la ciudad, la noticia se supo hasta en los lugares más recónditos de las comunas, que abarcaban las fronteras de la ciudad con sus vecinas regiones. Mas, Emily, nunca supo de la desaparición de aquel joven, nunca, aunque vio la noticia del suceso, se entero de que esa historia tan absurda y trágica tenía relación directa con ella, como detonante más que causante, como actora pero no protagonista.

Así marcaba ella la vida de algunas personas, algunos se acostumbraron a sus desvaríos momentáneos de soledad extrema, esos en los que pareciera desaparecer sin dejar vestigio alguno sobre la tierra. A otros, no los llevaba hasta la muerte, pero si a lugares peores. Andrei, un joven de 30 años, escritor y profesor consagrado a su trabajo, era un mujeriego, no bebía, fumaba en exceso y parecía ser de esas personas que podrían enamorar a cualquier mujer con solo tener una conversación. Andrei solía frecuentar un bar en la zona más reconocida de la ciudad. Una noche, Emily paso por allí a tomar unas copas con algunos amigos de ella; esos amigos que quieren sin importar la distancia, esos amigos que quieren pero no aman locamente, con entrega total, amigos que siemp0re se quedaran en eso, amigos. Allí conoció Andrei a Emily, conversaron como nunca antes lo habrían hecho los dos en alguna parte de sus vidas, aunque Andrei no era tan brillante e inteligente, logro mantener la conversación con Emily hasta tal punto que pasaron más horas de lo usual entre las conversaciones que lograba sostener Emily. Decidieron volver a verse, pero lo que abarcaba a Andrei más que cualquier otra cosa en esos momentos era una pasión, una lujuria, una lascivia por el cuerpo de Emily, algo evidente incluso en la conversación y en la forma de mirar de Andrei a Emily. Aunque Andrei siempre era capaz de mostrar, casi con orgullo y satisfacción, era su capacidad de decir lo que pensaba, sentía y creía con respecto al sexo por una mujer u hombre sin importar lo que pensaran de él. “Una personalidad arrolladora” llego a decir Emily en alguna ocasión.

Todo estaba como debería estar, se encontraban para saciar sus sexos excitados y conversar sobre diferentes temas. Las reglas estaban establecidas, el juego estaba claro y las cartas sobre la mesa no hacían que se cruzara la línea entre sexo y amor. Pero Emily era un ser extraño, extravagante y único, lo que causo en Andrei la ruptura de sus propias reglas, llevándolo a enamorarse perdidamente de ella, dedicándole más tiempo en su cama que a cualquier otra mujer que antes hubiera tenido. Propuso romper todo balance al demostrarle a ella que no deseaba ya más el juego que estaban llevando, grave error y mortal decisión. Se relacionaron como pareja y todo empezó a decaer, en 2 meses todo acabo con Andrei. Las desapariciones momentáneas de Emily llevaron a una obsesión “argumentada” el amor de Andrei. El tampoco pudo con la ausencia que esta le respondía a cambio de la atención que el le brindaba. Todo cuanto poseía Andrei lo dejo atrás, la locura se adueño de el, entro en shock y empezó a creer que Emily no era real, y solo un producto de su mente solitaria. Tanto lo creyó que realmente enloqueció. Imaginándola en su cama en las mañanas y las noches. Soñándola a plena luz del día tal cual como el deseaba tenerla, atenta, constante, a su lado. Andrei, el hombre mujeriego y viril termino en el Asilo Santa Teresa, hablando con una mujer que ahora solo existe en su mente.

De todas las personas que han recorrido esta ciudad, solo Emily lograba tales efectos caóticos en las personas, por su forma de ser terminaban rompiendo los límites de la cordura y la vida al enamorarse de ella. No es su culpa, todos saben cómo es ella, pero ninguno se acostumbra, solo unos pocos por razones que solo ellos entienden logran obtener de ella algo. El resto, solo se deja consumir por sueños y mentiras que ellos mismos crean, idealizando a alguien que no desea ser idealizada, y que en cualquier momento y sin aviso, puede evaporarse y nunca volver.

¿A qué se debe esta constante soledad de Emily? Muchos se han hecho esa pregunta, mas ninguno ha logrado obtener una respuesta. Solo yo la conozco. Yo provoque dicha soledad, me enorgullezco de ello ya que ella intento engañarme a mí también, mas, a diferencia de los mortales, yo tengo mis métodos para vengarme. Ella al final vendrá a mí, así como la primera vez. En solo 7 meses, 5 días y 3 horas Emily permanecerá conmigo en la eternidad del averno. La creación más hermosa de los cielos caerá a lo más bajo de la espiral del infierno y se quedara a mi lado, nadie nunca la tendrá más tiempo que yo, Shaytan.

El recuerdo de nuestro encuentro esta tan fresco como si hubiera sido creado hace solo unos pocos minutos. Su desesperación, su regocijo, su emoción y perturbación están tan frescas en mi mente que su rostro nunca será visto por los humanos de la misma forma que yo lo veo. Fue hace ya diez años, cuando la conocí. Desde muy niña Emily ha tenido un gran interés por variados temas, con tan poca edad ya conocía sobre ocultismo básico y alquimia, era muy buena buscando e investigando, pero nunca supo detenerse cuando algo la envolvía con curiosidad. Así llego a mí, por su curiosidad y el temor a perder a su madre, enferma, a punto de dejar partir el alma escapar de su cuerpo semi-descompuesto. Emily amaba realmente a su madre, se podría decir que de haber teniendo la oportunidad de cambiar de roles con su madre, lo hubiera hecho sin reproche ni titubeos.

Después de la muerte de su madre, Emily se enfrasca cada vez más en el ocultismo, tanto que sin darse cuenta da con el “Verum Coram”, Libro antiquísimo, solo algunos pocos dan con él y logran entender su funcionamiento. Pero como era de esperarse, Emily lo consiguió. Descifró el patrón y en un acto de mordaz desesperación me invoco.

Un cementerio a media noche, huesos de cordero, velas aromáticas de diferentes fragancias, la oración del libro y una daga ornamentada fueron el ritual para realizar la hazaña. Todo lo realizo con precisión casi matemática. Su único error, olvidar el circulo de protección. Pobre ingenua. Esa noche el cementerio estaba desolado, solo el canto idílico de los cuervos surcaba el horizonte de la media noche, la luna en su fulgor esplendoroso se alzaba sobre la mórbida ciudad, luna llena, el ambiente perfecto para llamar mi atención, ya prestada por los acontecimientos pasados. Emily es una joven fascinante, su corazón abarca tal oscuridad que aun si no hubiera realizado el ritual establecido en el Verum Coram igual hubiera asistido a su llamado, solo sus hermosos labrios rojos deberían pronunciara mi nombre y sin espera estaría allí.

Presta a lo que sucediera, no titubeo al verme, aun estando en forma humanoide, supo que era yo y no tuvo miedo. Solo espero una formal presentación y sin más espera proclamo a los cuatro vientos lo que deseaba con gran vehemencia.

-Deseo volver a ver a mi madre y mi alma será tuya en los próximos 5 años. ¡Concédeme mi dedeo Shaytan y déjame ser feliz otra vez!

No dijo más, y de rodillas cayó al suelo con el verum Coram en las manos. Sus lágrimas brotaron de los ojos como la lluvia brota de entre las nubes de este día. Que sencillo es complacer el corazón humano, aun uno tan dotado y majestuoso  como el de Emily.

Así fue pactado, solo faltaba la firma en el contrato, todo debe hacerse como debe ser, términos y condiciones. Una pluma de pavo real, sangre como tinta y un pergamino como contrato. El pacto se cello en menos de lo que muere un ave.

-Tu alma será mía Emily. Nadie más que yo será tu dueño. El amor te tocara pero no te llevara de mi lado y cuanto hombre te ame será maldito con la locura. Tu deseo será cumplido cuando cumplas tu estadía en la tierra, horas antes de que desciendas al averno tomando mi mano. Así queda pactado, así queda el contrato. Firma aquí, aquí y aquí.

No hubo marcha atrás, no hubo titubeos por parte de ella, todo fue sellado, pactado y archivado. Su alma sería mía cuando más de un alma ella hubiera condenado. Una película, la mejor de todas, su vida es una tragedia griega en la que el amor vence al amor, en la que la locura sobrepasa toda moralidad y el mal sobrepasa el bien, aun cuando haya esperanza, esta muere en algún momento y es dominada por la agónica desesperación de saber el final.

Nunca tendrás tiempo de arrepentirte, ni por ti ni por tus amantes. Aun cuando llenen tus expectativas, tú y este contrato que nos une, sabotearan a Cupido y desterraran la fe y la esperanza a un plano sub-real que nunca conocerás, solo hasta reunirte con tu madre sentirás lo que tuviste y no aguardaste.

El sol surge de nuevo, el horizonte lo muestra. Los Dioses están por llegar, ángeles están por socorrer a su compañera caída, en desgracia la verán, y en desesperación rogaran a sus hermanos una solución que nunca llegara. Nunca permitiré el arrepentimiento de esta criatura, es mía.



Venas del camino

Los hilos rojos se aferran a la vida de quienes están destinados a encontrase, todo es una ecuación ilegible que rigue el destino de aquellos que surcan los caminos que denominamos vida, y que simplemente se encuentran para dar paso a lazos que rigen el corazón, la familia y la amistad...

Pero hay hilos que se cruzan, se estiran; no se rompen, creando lazos que superan las espectativas del camino que seguimos, y rompen los paradigamas del destino al cual estamos sometidos...



Leer la Soledad


"Deseo la compañía de unos oidos atentos para leer mis versos, opacando el silencio de mi habitación con palabras que llenen el corazón. Añoro la presencia de unos ojos expresivos para observar su luz al terminar mis escritos, acabando toda serenidad entre besos y caricias sin par...

Deseo quebrantar las leyes del tiempo y el espacio con cuanta letra salga de entre sus brazos. Apartandonos de todo camino que este en nuestro destino. Arremetiendo con lasiva pasión toda presencía de sufrimiento y dolor...

Deseo la magia de su piel cuando todas sus palabras tienen sabor a miel, y mudos nos dejamos seducir sin espera a que la noche llegue con su oscuridad eterna..."





La mente Andrógina

Cuando la oscuridad abarca cada rincón de una habitación y el silencio se pone sobre el aire que respiramos, la mente surca cada pensamiento, lo seduce y lo trae a flote. Un cigarrillo, es el único brillo que rompe la ausencia de compañía. En esos momentos que la mente empieza a divagar en temas que parecen de suma importancia, son aquellos en los que sin darnos cuenta reunimos un teatro lleno de personalidades. Todos iguales. Todos la misma persona. Son momentos en los que cualquier tema que hayamos visto en una lectura, oído en una conversación e incluso evocado por algún suceso de la vida surge para dar en aquel teatro una conferencia, que no se da todos los días. Siempre el exponente es el mismo, diferentes puntos de vista en un solo sujeto, que se ataca y se contradice con argumentos y opiniones, hasta dar con un punto a favor en sí mismo y dar por terminada la consulta.

Así se inicia esta noche, con un cigarrillo que se consume entre los labrios mientras palabras que nunca se conocerán surcan el espacio de la mente. Surge ese teatro que tanto público tiene cada noche. Asistentes de todos los lugares del ser se reúnen bajo el mismo techo para definir una opinión, para luego transmitirlo al mundo fuera de “yo”.

En la entrada del teatro un letrero “Conferencia sobre la mente andrógina”, todo esto a causa de una charla entre estudiantes de la facultad de Humanidades de la Universidad Central, donde, en la asignatura de Literatura y creación, se les asigno leer el último capítulo de “Un cuarto Propio”, escrito por Virginia Woolf. La idea de una mente andrógina es algo que en lo personal me intriga como a todos los presentes en esta sala. Pero no sin antes pasar por qué significan esas dos palabras. Se define mente (según el diccionario de la real academia española) como un conjunto de actividades y procesos psíquicos conscientes e inconscientes, especialmente de carácter cognitivo, y andrógina como dicho de una persona cuyos rasgos externos no se corresponden definidamente con los propios de su sexo. Pudiendo así concluir que la expresión “Mente andrógina” como las actividades y procesos psíquicos conscientes e inconscientes en un cuerpo sexualmente definido que no se rige por este.  Las posturas son diferentes en cuanto a este tema. Woolf, Coleridge, entre otros. La idea es básicamente la misma, una mente que no se debate entre si es hombre o mujer, no tiene preferencias al momento de crear (el ejemplo propuesto por Woolf, Shakespiare).

El silencio abarco por un momento el teatro. Momentáneamente se escucho a un grupo de los presentes murmurar. De repente uno de ellos se levanta, mira fijamente al exponente; que sin lugar a dudas es la viva estampa de sí mismo (como si se reflejara en un espejo). Toda la sala, incluso los balcones más altos, dirigen su mirada al sujeto que quiere hablar. Yo creo que no es tan necesario ser andrógeno, me explico, siempre en una mente creativa debe haber un péndulo, un caos voluntario, y ese caos debe depender de lo que se quiera crear. Si en una novela “X” se desea crear el personaje de una mujer, pues debería acceder a su parte femenina y si desea un personaje masculino, su parte masculina, y así jugar con esos estados, oscilando para hacer una gran variedad de personajes.

Sin embargo, interrumpe respetuosamente el exponente, que mirando al invitado le sonríe mientras habla. Sin embargo, no podemos decir que se deba oscilar entre esos opuestos, sería como “estar y no estar”, se debe tener un punto medio, un punto fijo, para crear algo estable.

El publico asiente con la cabeza, dando su apoyo al exponente, pero el invitado (aun sin sentarse) no asiente, mira fijamente a su interlocutor, casi desafiante. No creo que eso sea algún tipo de indecisión, creo que es mas optar por lo mejor de cada caso y aprovecharlo de la forma que mas corresponda en el momento preciso.

El aire empieza a tornarse pesado, todos los presentes murmuran, la incomodidad se empieza a percibir en algunos asientos, y el silencio nuevamente llena los vacios que antes eran ocupados por la ardida discusión entre los hablantes. El sujeto se sienta, con una sonrisa de satisfacción que le llena el rostro, el exponente, con su orgullo herido, pero con la expectativa de encontrar entre los documentos que lleva consigo la respuesta y el contraargumento para refutar lo anteriormente dicho por el que se acaba de sentar triunfante. Pero no los encuentra, lo cual lo lleva a replantear su estrategia en mitad de la ya iniciada conferencia. Así que se limita a mirar al público, con la expectativa de encontrar algún compañero, un aliado, un salvavidas que lo ayude a salir de ese apuro. Nuevamente encuentra el rechazo a su expectativa. Reorganiza sus papeles golpeándolos contra la mesa, cerca del micrófono. Toma un poco de agua del vaso que tiene cerca y prosigue.

La mente andrógina, como ya habíamos dicho, es una mente en la cual, tanto la parte masculina como la femenina están conciliando, es una conciliación de “opuestos”. Así como también podemos poner dicho argumento en otros ambientes, como los opuestos de la vida y la muerte, o humano y animal, e incluso entre lo bueno y lo malo, consiguiendo con esto una creación literaria, periodística, artística o científica de calidad, sin prejuicios y preferencias.

De nuevo, el sujeto que se había sentado anteriormente, se levanta, con el mismo respeto de la última vez, levanta su mano en señal de querer hablar. Es imposible que el exponente esconda su rostro y su expresión de desagrado ante esta situación, aunque ya se lo esperaba.

Pensaría yo que es más probable que ese tipo de “opuestos” se relaciones con secciones culturales, sociales e incluso religiosas. Deberíamos empezar por intentar definir esos caracteres (la muerte, la vida, la humanidad, los animales, etc.) no como opuestos, sino como complementos de las tantas cosas que abarcan este mundo y que no se pueden clasificar como “buenas o malas cosas”, sino desde una perspectiva un poco más amplia, metafórica o filosófica, espiritual o sobrenatural. De esta forma, empezaríamos a ver que esos complementos lograrían que la creación (en sus diferentes etapas, tipos y/o clases) se dieran de forma natural, y por consiguiente se alimentaria en gran forma tanto la literatura masculina (escrita por hombres) como la femenina (escrita por mujeres), ya que sin importar que tanto lo intentemos, la distinción entre ambos sexos (complementos) desde finales del siglo XIX es menos marcada, pero de igual manera agrupada en diferentes ámbitos. Si logramos acercarnos a nuestro complemento (masculino o femenino) lo mas que pudiéramos, llenaríamos un vacío en la literatura que durante tantos años ha existido; si bien mas en el ámbito femenino que en el masculino, y ha dejado con mal sabor de boca a muchos escritores de ambos sexos.

Concluyendo con estas palabras, el público se exalta en una serie de aplausos que llenan por completo el teatro, opacan el aire pesado que lo embargaba. Después del bullicio, todo el teatro dirige la mirada al exponente, que en su altar se exhibe con los brazos cruzados, una mirada desafiante y pensativa, un rostro neutro, sin ofuscación. Todo queda en silencio. El exponente descruza sus brazos lentamente y aniquila el silencio con el sonido de sus manos chocando, aplausos, dirigiendo la mirada al sujeto que, extrañado, lo mira fijamente.

La discusión a terminado, la opinión ha sido dada, podemos darla a conocer al mundo, a la clase de literatura y creación, y a los compañeros de la Universidad Central. Pueden retirarse. Buenas noches.

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