Adios...
Partire a un viaje sin retorno,
donde no importa si regreso,
olvidar todo cuanto quiero
sera el objetivo de mi destierro
y así no volver a perseguir
todo aquello que alguna vez viví...
El viaje me llevara lejos
de ti y tus ojos ya muertos,
sin importar cuanto pierda de mi
lograre olvidarte al fin,
así quizas pueda volver a exisitir
entre las pesadillas que alguna vez perverti...
No admitire la derota
de volver a esta zozobra,
y viajare a un nuevo infierno
donde pueda arder infiel mi cuerpo,
recuperar el reflejo de mi espejo
para redescucbrir mi mundo enfermo...
Dare la espalda a lo poco que encontre
cuando a tu lado quise permanecer,
abandonando todo sueño
por la carniceria de mi ego...
Viajare a donde no pueda verte
y desenterrar mi antigua muerte,
renacer de entre mis secinas
con una gran sonrisa...
donde no importa si regreso,
olvidar todo cuanto quiero
sera el objetivo de mi destierro
y así no volver a perseguir
todo aquello que alguna vez viví...
El viaje me llevara lejos
de ti y tus ojos ya muertos,
sin importar cuanto pierda de mi
lograre olvidarte al fin,
así quizas pueda volver a exisitir
entre las pesadillas que alguna vez perverti...
No admitire la derota
de volver a esta zozobra,
y viajare a un nuevo infierno
donde pueda arder infiel mi cuerpo,
recuperar el reflejo de mi espejo
para redescucbrir mi mundo enfermo...
Dare la espalda a lo poco que encontre
cuando a tu lado quise permanecer,
abandonando todo sueño
por la carniceria de mi ego...
Viajare a donde no pueda verte
y desenterrar mi antigua muerte,
renacer de entre mis secinas
con una gran sonrisa...
Lluvia / Odio
LLuvia blanca, romantica y sin fin;
lluvia veloz y franca, como el sonido de un violín.
Lluvia que moja las almas, lluvia torrencial,
empapa las pieles nuestras quebrantando el espiritu trivial.
Lluvia que sopla el cuerpo, el alma
de la gente mojada;
lluvia inclemente que hela los ojos,
cuando de las manos corren ociosos,
empapando las esperanzas y sus despojos,
mientras saltan los abismos llenos de agua...
Una lluvia salvaje,
inclemente,
alegre y triste paisaje,
demente...
Lluvia que calma penas con el viento
desde el cristalino umbral del tiempo.
lluvia fría que cae a gotas,
en toda su gloria, lluvia que llora,
cuando te espero aquí, danzante y bailarin
te veo venír bajo esta lluvia sin fin...
---------------------------------------------------------
Odio, blanco, romántico y sin fin;
odio veloz y franco, como el sonido de un violín.
Odio que llena las almas, odio torrencial,
empapa las pieles muertas quebrantando el espíritu virtual.
Odio que domina el cuerpo y el alma de la gente mojada;
Odio inclemente que hela los ojos,
cuando de las manos todos corren ociosos,
empapando las esperanzas con despojos
mientras saltan los abismos llenos de desesperanza...
Un odio salvaje,
inclemente,
alegre y triste paisaje,
demente...
Odio que calma las penas del viento
desde el cristalino umbral del tiempo.
Odio frío que cae y nos moja,
en toda su gloria, odio que llora,
cuando te espero aquí,
danzante y bailarín,
te odio bajo esta lluvia sin fin...
lluvia veloz y franca, como el sonido de un violín.
Lluvia que moja las almas, lluvia torrencial,
empapa las pieles nuestras quebrantando el espiritu trivial.
Lluvia que sopla el cuerpo, el alma
de la gente mojada;
lluvia inclemente que hela los ojos,
cuando de las manos corren ociosos,
empapando las esperanzas y sus despojos,
mientras saltan los abismos llenos de agua...
Una lluvia salvaje,
inclemente,
alegre y triste paisaje,
demente...
Lluvia que calma penas con el viento
desde el cristalino umbral del tiempo.
lluvia fría que cae a gotas,
en toda su gloria, lluvia que llora,
cuando te espero aquí, danzante y bailarin
te veo venír bajo esta lluvia sin fin...
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Odio, blanco, romántico y sin fin;
odio veloz y franco, como el sonido de un violín.
Odio que llena las almas, odio torrencial,
empapa las pieles muertas quebrantando el espíritu virtual.
Odio que domina el cuerpo y el alma de la gente mojada;
Odio inclemente que hela los ojos,
cuando de las manos todos corren ociosos,
empapando las esperanzas con despojos
mientras saltan los abismos llenos de desesperanza...
Un odio salvaje,
inclemente,
alegre y triste paisaje,
demente...
Odio que calma las penas del viento
desde el cristalino umbral del tiempo.
Odio frío que cae y nos moja,
en toda su gloria, odio que llora,
cuando te espero aquí,
danzante y bailarín,
te odio bajo esta lluvia sin fin...
Tu lo sabras...
Tu lo sabras...
Para Areadna Ajiem
Acontecimientos extraños embargan tus sentimientos,
mientras el temor a vivir engaña nuestros pensamientos,
por momentos somos un solo ente
pero pareces siempre estas ausente,
he impotente me despierto
del sueño de nuestro encuentro,
ya sin poder darte lo que buscas:
una paz efímera y llena de tristezas...
Yo estaré para ti cuando me desees,
siempre que mi compañía busques,
aún si el dolor me gana después de nuestras horas
y la soledad abrace mi carne llena de tus caricias...
Acontecimientos extraños embargan tus sentimientos,
mientras el temor a vivir engaña nuestros pensamientos,
por momentos somos un solo ente
pero pareces siempre estas ausente,
he impotente me despierto
del sueño de nuestro encuentro,
ya sin poder darte lo que buscas:
una paz efímera y llena de tristezas...
Yo estaré para ti cuando me desees,
siempre que mi compañía busques,
aún si el dolor me gana después de nuestras horas
y la soledad abrace mi carne llena de tus caricias...
El trato...
Para areadna Ajiem
Cederé a tu holocausto
corriendo el riesgo
de tal vez quedar exhausto
cargando un amor grotesco,
mientras guardo palabras
tras una prisión abierta,
sobre mil sedas y alfombras
junto a una fantasía desierta,
sin prestarle atención
a lo que se discute en mi interior,
empezando desde el corazón
callando hasta la razón…
Seré aquel que aguarda
tras la cortina de los sueños
que bajo velos aplacas
para no vivir con este veneno.
Veneno que mata la tranquilidad
que desea conservar
sin lograr entender al despertar
esa falsa y vana paz…
Me atreveré a esperar
lo que tu quieras dar
hasta que me vuelvas a amar
y conmigo te quieras quedar;
o tus pies de mi alejes
cuando ya no sientas más
y en tu corazón ya no me reflejes…
Cederé a tu holocausto
corriendo el riesgo
de tal vez quedar exhausto
cargando un amor grotesco,
mientras guardo palabras
tras una prisión abierta,
sobre mil sedas y alfombras
junto a una fantasía desierta,
sin prestarle atención
a lo que se discute en mi interior,
empezando desde el corazón
callando hasta la razón…
Seré aquel que aguarda
tras la cortina de los sueños
que bajo velos aplacas
para no vivir con este veneno.
Veneno que mata la tranquilidad
que desea conservar
sin lograr entender al despertar
esa falsa y vana paz…
Me atreveré a esperar
lo que tu quieras dar
hasta que me vuelvas a amar
y conmigo te quieras quedar;
o tus pies de mi alejes
cuando ya no sientas más
y en tu corazón ya no me reflejes…
Leer la soledad
Deseo la compañía de unos oídos atentos para leer mis versos, atacando el silencio de mi habitación con palabras que llenen el corazón. Añoro la presencia de unos ojos expresivos para observar su luz al terminar mis escritos, acabando toda serenidad entre besos y caricias sin par...Deseo quebrantar las leyes del tiempo y el espacio con cuanta letra
salga de entre sus braz
os.
Apartándonos de todo camino que este en nuestro destino. Arremetiendo
con lasciva pasión toda presencia de sufrimiento y dolor...
Deseo la magia de su piel cuando todas sus palabras tienen sabor a miel, y mudos nos dejamos seducir sin espera a que la noche llegue con su oscuridad eterna...
Deseo la magia de su piel cuando todas sus palabras tienen sabor a miel, y mudos nos dejamos seducir sin espera a que la noche llegue con su oscuridad eterna...
Matame de sexo y amor...
Nos despedimos de nuestros miembros, ya recogidos por el viento, olvidados por nuestra mente, todo aquello cuanto quisimos entregar. Nos perdimos en la sangre de las victimas que alguna vez nos amaron, y nos entregaron sus corazones. Dejando atrás todo cuanto queda en los recuerdos, dañinos, tormentosos. Escribimos nuestra historia con las lagrimas del infante que alguna vez fuimos, dejando atrás toda la niñez de la que alguna vez nos sentimos orgullosos.
No importa, tengo miedo, debo olvidar y continuar, pero caigo, de nuevo, desfallezco ante la gloria de la lujuria, ante los senos de quien me acaricio alguna vez, una noche, o dos. Siempre es lo mismo, caigo de nuevo a los pies de quien me proporciona placer, abrigo y cariño...
Déjame calcinar mi sexo en tus pies descalzos, permite que mi ego consuma tus orgasmos. Perdiendo la noción del espejo, hundiéndonos en el mar del suelo, asfalto, cemento, calle, caminamos y nos aullamos, luna que nos observa y nos vislumbra. Soledad, estando en la oscuridad, sin presencia alguna de tus ojos, sin el contacto de tus labios...
Mátame, solo hazlo, mátame, y llévame al descanso de tu regazo...
No
paso mucho tiempo hasta que percibí que el tiempo pasaba despacio, los
segundos se volvieron horas mientras nuestros cuerpos probaban el sabor
de la lujuria, una seductora irrealidad llenaba el ambiente, volviéndolo
pesado, orgásmico, húmedo. Las manos se fundieron en innumerables
caricias, gritos resonantes, gemidos auguricos, la sinfonía del placer
se escuchaba al oído como un susurro. Susurros de nuestros labios,
guardados en el recuerdo. Mientras la piel se laceraba con los dedos y
la mente se intoxicaba con la voz, fue cuando el tiempo decidió terminar
y al sueño darle final.
Desperté, en la madrugada antes de trabajar. A la realidad tuve que volver a mirar y tu cuerpo extrañar, la irreal sustancia de tu aroma se impregno en mi pelvis, era lo único que quedaba al amanecer.
Me arrepentí, al momento de salvaguardar mi cuerpo en largos trazos de cálida agua, limpiar mi cuerpo de tu sexo, dejando en mí la sensación de perdida. Me imagine de nuevo tus muslos sobre mi; fríos y seductores, cálidos y amantes.
Llévame de nuevo a esa trampa, donde el fuego quema y calcina, donde la sangre es mas que líquido o alegoría.
Quien quiere ir al cielo, si puedo quemarme en tu infierno…
Devuélveme tu aroma, róbame el mío ahora…
Desperté, en la madrugada antes de trabajar. A la realidad tuve que volver a mirar y tu cuerpo extrañar, la irreal sustancia de tu aroma se impregno en mi pelvis, era lo único que quedaba al amanecer.
Me arrepentí, al momento de salvaguardar mi cuerpo en largos trazos de cálida agua, limpiar mi cuerpo de tu sexo, dejando en mí la sensación de perdida. Me imagine de nuevo tus muslos sobre mi; fríos y seductores, cálidos y amantes.
Llévame de nuevo a esa trampa, donde el fuego quema y calcina, donde la sangre es mas que líquido o alegoría.
Quien quiere ir al cielo, si puedo quemarme en tu infierno…
Devuélveme tu aroma, róbame el mío ahora…
Lascivo Fuego
Siempre
ha sido lo mismo, siempre el papel se quema a la misma temperatura, sin
embargo, nuestras almas se queman al simple contacto de nuestros
cuerpos; la piel de papel se destierra, y la carne de piedra se
desmorona, cuando excitados nos tocamos en profundas caricias
fantasmales.
No lo podemos evitar, este fuego no se puede apagar. Tú y yo, cubiertos de lascivias lagrimas que el infierno derrama bajo nuestros pies, carcomiendo nuestro físico como ácido. Derritiendo nuestros huesos, carnes y órganos, mientras nuestras almas se queman en este, nuestro lascivo fuego, nuestra lasciva lujuria…
No lo podemos evitar, este fuego no se puede apagar. Tú y yo, cubiertos de lascivias lagrimas que el infierno derrama bajo nuestros pies, carcomiendo nuestro físico como ácido. Derritiendo nuestros huesos, carnes y órganos, mientras nuestras almas se queman en este, nuestro lascivo fuego, nuestra lasciva lujuria…
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